Archivo mensual: May 2012

Ready to Start

Businessmen drink my blood
Like the kids in art school said they would
And I guess I’ll just begin again
You say can we still be friends

If I was scared, I would
And if I was bored, you know I would
And if I was yours, but I’m not

All the kids have always known
That the emperor wears new clothes
But to bow down to them anyway
Is better than being alone

If I was scared, I would
And if I was bored, you know I would
And if I was yours, but I’m not

Now you’re knocking at my door
Saying please come out against the night
But I would rather be alone
Than pretend I feel alright

If the businessmen drink my blood
Like the kids in art school said they would
Then I guess I’ll just begin again
You say can we still be friends

If I was scared, I would
And if I was pure, you know I would
And if I was yours, but I’m not

Now I’m ready to start

If I was scared, I would
And if I was pure, you know I would
And if I was yours, but I’m not

Now I’m ready to start

Now I’m ready to start
I would rather be wrong
Than live in the shadows of your song
My mind is open wide
And now I’m ready to start

Now I’m ready to start
My mind is open wide
Now I’m ready to start
Not sure you’ll open the door
To step out into the dark
Now I’m ready


Lecciones de música en el Moe´s

Ayer aparecimos por casualidad (nosotras nos dirigíamos a La Cocina Rock Bar) en el famoso bar Moe´s de Alberto Alcocer. Famoso por su buena música y su mala muerte.

Un bar para tipos duros.

Por suerte, se encontraba un grupo tocando en directo y nada más entrar pensé que estaban versionando a Eric Clapton por el asombroso parecido de la voz y guitarra.

Unos minutos después de salir de la espiral interminable de punteos de guitarra, un camarero con acento uruguayo llamado Javi, me desvela que esta banda de cuarentones de media ya han editado un cd con canciones propias y versiones para el «Mô es bar».

Eran Edu Big Hand and the Whiskey Tren. El hombre que hablaba a las guitarras, que acude algunos martes a improvisar obras maestras del blues de los años 60´, 70´ y toda la segunda mitad del siglo pasado.

Allí estaban un martes de primavera, todos de riguroso negro con vaqueros, cerveza en ristre y aretes en ambas orejas. Soltando la bestia subidos al escenario. Una bestia con una cuerda inimaginable.

¡Son incansables!! Esta cuerda, ni Bruce con su 1,2,3,4 – me dije.

Aunque hubiera mayoría, no sólo de guitarras iba la cosa.

El batería c0n un look tipo Joaquín Sabina seguía de cerca a Edu Manazas con un tata uuhh tatata en los labios, gesto adornado con imprescindibles miradas de conexión al resto del grupo… Imprescindibles porque sino se pierden, pensé ¡que capacidad de improvisación!

«Lecciones de música gratis»- me sonreí. Menuda suerte.


Coldplay pinta de graffiti el cielo de Madrid

Espectacular despliegue de luz y sonido el que Coldplay regaló a sus fans en el Estadio Calderón la noche del 20 de mayo de 2012.

A cubierto de los chuzos de punta que caían del cielo a una hora del concierto, no dejamos que ese tiempo ingrato nos amedrentara. La masa clamaba al cielo: «PARA, PARA, PARA YA», imitando el último single de Mylo Xyloto, «Paradise».

Nada más entrar nos regalaron pulseras de tela patrocinadas por Twitter.

«Ponte la pulsera. Se encenderá automáticamente. Forma parte del show» – versaban las cinco pantallas esféricas del escenario.

Aquella noche lucía una inmensa paleta de colores por todo el estadio gracias a la interactiva y originalísima iniciativa que hacía brillar la muñeca de todos los allí presentes.

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Con «Hurts Like Heaven», dedicaban la primera al cielo de Madrid, pintarrajeado con fuegos artificiales, confeti en forma de mariposas de colores y lásers, que con esa amenaza de color, se portó y dejó de empapar la ciudad para todo lo que quedaba de noche.

Después dieron un salto en el tiempo con «In my place», de vuelta con «Lovers in Japan», «The Scientist»-bestial, eterna-, «Yellow» -momentazo en el que se tiñó todo el estadio de amarillo-,  «Princess of China» -donde proyectaron el vídeo de Rihanna, cantante que colabora con ellos en la versión original- y otros temazos del consagrado grupo londinense. Un setlist repleto de  flashbacks, a sabiendas de que Mylo Xyloto (2011) no entró bien en todos los oídos como lo hizo Parachutes en el año 2000 o X&Y en el 2005.

Para sorpresa, cuando parecía haber terminado el espectáculo, aparecieron en un islote camuflado en la mitad trasera del campo de fútbol, cantando desde ahí «Us against the world».

Para cerrar, de vuelta en el escenario principal, las desgarradoras «Fix You» y «Every Teardrop is a Waterfall». Coldplay ofreció sonidos de baterías electrónicas, guitarreos contenidos y el solo de piano de Chris Martin a la cabeza del espectáculo. Agradecido, eterno, inolvidable.


Arcade Fire: Un placer sonoro «in crescendo»

Me apetece mucho ver la película «This Must Be The Place» de Paolo Sorrentino, con Sean Penn.

No sólo porque se trate de la vida de un cantante que permanece anclado en su pasado, sino por la banda sonora entre la que se encuentra Naïve Melody cuya versión original es de David Byrne, aunque yo llegara a ella gracias a Arcade Fire.

Arcade Fire, un nombre que me costó mucho memorizar.  Un grupo que cuanto más los escucho, más me gustan. No se si es la cadencia ahogada de la voz del cantante o la música que sale de los violines, bombo y panderetas que acompañan, el xilófono de la melodía naive de la que hablamos, las innumerables guitarras o el punto histriónico que caracteriza a estos canadienses. No en vano se les define como «pop barroco«.

Este grupo que hasta hace poco resultaba oscuro e indescifrable para mi. No entendía el aspecto de sus integrantes. No se qué fue lo que encendió la llama. Quizás ver esa composición tan numerosa de la banda que lo integra en directo y tan lejos, que sonaba tan bien y que me invitaba a acercarme cada vez más. Hasta abrasarme con su fuegos arcadios.


84 y The Right Ons en Kiss TV Spring Show: La cosa va de drummers

Kiss TV estrena primaveras con el Spring Show, que tuvo lugar el sábado 12 de mayo en Ocho y Medio de Madrid, situado ahora en la calle Barceló 11 (Metro Tribunal), sala también conocida a otras horas como Hit o But.

Tan puntuales como lo puede ser la escaleta de una tele, subieron los 84 al estrado. Nosotras llegamos a partir de Esquinas de Madrid, interpretada por Beris, el barbudo genial de 84 -tema, cuentan las habladurías, que fue compuesto en honor a una antigua novia-.

Nuevo batería para la joven banda madrileña: Alex Sin Apellido. Una joya. Según me informó mi hermana, una de las intrépidas que se le acercó y consiguió su baqueta de regalo -foto-, con él iba esa noche el batería de Rubén Pozo, ex integrante de Pereza. «Un jefe»- en palabras textuales de su mate Beris- que parece que acompañará a la banda en su próximo concierto del día 16 de junio en Madrid, junto a Sidecars y Almas Mudas. Éstos últimos también se dejaron ver entre el público del Spring Show.

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Para postre, The Right Ons, cargaditos de un potente guitarreo eléctrico. Resultó bestial ver al batería aporreando a bombo y platillo el nuevo Ocho y Medio de Madrid, sin piedad. ¡Qué energía! Después me enteré de que con 15 años, dos de ellos formaron una banda de punk-rock.

Quizás nos faltó That´s New York con el que esta banda se hizo conocida. Y por eso me acerqué al cantante después y le pregunté por ese temazo pegadizo que tanto gusta. Sólo le saqué que venían con otro repertorio nuevo donde prefirieron no incluirla…

«Elemental, querido Watson» – pensé.

Aparte de esa pena leve, todo un planazo el que nos preparó Kiss TV, canal de televisión que tantos descubrimientos musicales y buenos ratos proporciona a toda nuestra generación. La del año 84 y por ahí 😉